Comunicación Política para un Gobierno Cercano

Cuando la Comunicación Gubernamental Falla: Entre el Desconcierto, Bloqueos y los Gatitos

Por: Juan Pablo Castillo/ CEO Founder

En Guatemala, la comunicación gubernamental sigue mostrando fallas estructurales que evidencian una falta de planificación, estrategia y, sobre todo, sentido común. Casos recientes, como el Acuerdo Gubernativo 164-2021 del Ministerio de Ambiente y Recursos Naturales (MARN) y el Acuerdo Gubernativo 49-2025 del Ministerio de Gobernación, son ejemplos claros de cómo las políticas públicas pueden fracasar si no van acompañadas de una comunicación efectiva y una gestión del cambio bien estructurada. La manera en que se presentan y explican las políticas públicas es determinante para su viabilidad y aceptación, y en estos casos, la ausencia de una narrativa bien construida ha generado un alto nivel de rechazo ciudadano, poniendo en riesgo la efectividad de las medidas.

Cuando se Impone sin Sensibilizar: El Caso del Acuerdo 164-2021

El Acuerdo Gubernativo 164-2021, que estableció la clasificación de desechos sólidos en Guatemala, es un ejemplo claro de cómo una política pública, por más necesaria que sea, puede convertirse en un punto de fricción social cuando no se introduce adecuadamente en el imaginario colectivo. La normativa buscaba que los ciudadanos adoptaran nuevas prácticas en la gestión de residuos, una acción que en países con estrategias de comunicación estructuradas se ha implementado con éxito. Sin embargo, en Guatemala, la medida se implementó sin una adecuada preparación del terreno, sin un esfuerzo de pedagogía social ni una estrategia de comunicación orientada a la gestión del cambio.

La reacción de la ciudadanía ante la normativa ha sido, en gran medida, de apatía o rechazo, reflejando la falta de apropiación del mensaje y el desconocimiento sobre cómo y por qué debe realizarse la clasificación de residuos. Como bien señala Riorda (2011), «la comunicación de políticas públicas no puede limitarse a la difusión de información, sino que debe generar un proceso de apropiación social que permita la efectiva implementación de los cambios» (p. 23). Esto no se logra con simples comunicados oficiales o normativas escritas en el Diario de Centro América, sino con una estrategia integral que aborde la resistencia al cambio, eduque a la población y construya consensos a través de narrativas persuasivas y coherentes con la realidad del país.

Fotografía: Prensa Libre 18/0272025

El Acuerdo 49-2025: Otra Medida Rechazada por la Opinión Pública

El reciente Acuerdo Gubernativo 49-2025, que regula el seguro obligatorio de responsabilidad civil contra terceros, es otro caso paradigmático de mala comunicación gubernamental. La medida, que en teoría podría representar un avance en la regulación del tránsito y la protección de los ciudadanos, ha sido recibida con rechazo e indignación en la opinión pública. Esto se debe, en gran parte, a que el Gobierno no realizó un trabajo previo de comunicación estratégica que explicara de manera clara los beneficios y justificación de la medida antes de su anuncio formal.

Cuando se imponen regulaciones que impactan directamente en la economía y rutina de los ciudadanos sin una narrativa que las contextualice y legitime, el resultado es un rechazo inmediato. Una de las principales lecciones de la comunicación política de gobierno es que «las políticas públicas no existen hasta que son percibidas como tales» (Riorda, 2017, p. 45). En otras palabras, si la percepción pública de una política es negativa desde su anuncio, su implementación se vuelve cuesta arriba, independientemente de sus méritos técnicos. Aquí es donde la Secretaría de Comunicación Social de la Presidencia juega un papel clave: su misión no debería limitarse a anunciar medidas, sino a construir el marco narrativo adecuado para generar aceptación y minimizar la resistencia ciudadana. Sin embargo, la ausencia de este enfoque en la actual administración ha dejado un vacío que ha sido llenado por la desinformación y la oposición política.

La Falta de Diagnóstico, Planificación y Estrategia

Estos casos reflejan un patrón recurrente en la comunicación gubernamental en Guatemala: la improvisación y la ausencia de un enfoque estratégico. En muchos casos, los tomadores de decisión creen erróneamente que la comunicación de gobierno se limita a emitir comunicados de prensa y realizar publicaciones en redes sociales. Sin embargo, la comunicación de políticas públicas es un proceso complejo que requiere diagnóstico, planificación y estrategia.

Como señalan Riorda y Ramírez (2015), «la comunicación en el sector público no solo debe informar, sino generar las condiciones para la viabilidad política y social de las decisiones de gobierno» (p. 78). Esto implica desarrollar campañas de sensibilización previas a la implementación de una medida, construir un relato que la haga comprensible para distintos sectores de la sociedad y, sobre todo, anticipar posibles resistencias para diseñar respuestas adecuadas. Sin estos elementos, cualquier política pública, por más bien intencionada que sea, corre el riesgo de fracasar en su aplicación.

Fotografía: La Hora. 18/03/2025

¿Innovación o Ridiculización? La Comunicación con Gatitos

Mientras tanto, el Gobierno parece creer que la innovación en comunicación consiste en colocar gatitos en infografías. En lugar de diseñar estrategias de comunicación que faciliten la comprensión y aceptación de políticas públicas, han optado por una infantilización del mensaje que no genera credibilidad ni confianza. Si bien es cierto que las redes sociales han cambiado las dinámicas de comunicación gubernamental y que el uso de elementos visuales amigables puede mejorar la accesibilidad de la información, la credibilidad y la autoridad del Estado no pueden construirse sobre la base de recursos gráficos superficiales.

Como advierte Canel (2018), «una mala comunicación no solo afecta la reputación del gobierno, sino que erosiona la confianza en las instituciones y en la capacidad del Estado para gobernar» (p. 102). No se trata de rechazar la creatividad en la comunicación gubernamental, sino de aplicarla con criterio. El uso de un tono infantilizado en temas serios no solo genera desconcierto, sino que puede dar la impresión de que el Gobierno subestima a la ciudadanía, tratándola como incapaz de comprender mensajes más sofisticados y fundamentados.

Conclusión: Comunicación Estratégica o Fracaso Asegurado

La comunicación gubernamental en Guatemala enfrenta un desafío urgente: si las políticas públicas no van acompañadas de estrategias de comunicación efectivas, su implementación se verá obstaculizada por el rechazo ciudadano y la desinformación. No se trata solo de informar, sino de persuadir, involucrar y generar cambios sostenibles en la cultura y la rutina de la población.

Como se ha visto en los casos del Acuerdo 164-2021 y el Acuerdo 49-2025, la falta de comunicación estratégica puede transformar una política pública viable en un fracaso administrativo. Mientras no se tome en serio la comunicación como un pilar fundamental de la gestión pública, seguiremos viendo políticas bien intencionadas pero mal ejecutadas, iniciativas con potencial pero con pésima aceptación y, en el peor de los casos, el debilitamiento de la confianza ciudadana en sus instituciones. Mientras tanto, el Gobierno sigue pensando que la mejor forma de comunicar es poner gatitos en sus publicaciones.


Referencias

  • Canel, M. J. (2018). Comunicación de gobierno: Gestión de la comunicación pública en las instituciones. Madrid: Tecnos.
  • Riorda, M. (2011). La gestión del disenso: Comunicación gubernamental en escenarios de conflicto. Buenos Aires: La Crujía.
  • Riorda, M. (2017). Comunicación gubernamental: Claves para un nuevo relato de gobierno. Buenos Aires: Ediciones Biblos.
  • Riorda, M., & Ramírez, F. (2015). Comunicación de políticas públicas: De la persuasión al involucramiento. Buenos Aires: La Crujía.